Hace unos días terminó la edición de Navidad de “Expedición África”, nuestra escuela de vacaciones, donde los pequeños exploradores se han convertido en expertos cuidadores de animales en BIOPARC.
Para nosotras, educadoras del departamento de Educación, los días previos son días de muchos nervios para que todo salga perfecto. La jornada de Escuela empieza a las 8:30h. En la oficina ultimamos los preparativos: identificaciones, cámara de fotos, material, diplomas… todo listo. Y por fin llega el momento de salir a buscar a los exploradores a la puerta de BIOPARC, donde puntuales a las 9:00h nos esperan. Reconocemos las caras tranquilas de los veteranos y descubrimos algunas nuevas llenas de ilusión.
Nada más entrar en el parque se convierten en serios cuidadores y comienzan a llegarnos sus preguntas. Después de las presentaciones y una breve introducción, nos ponemos en marcha. Este es uno de los momentos más emocionantes para todos, incluso para nosotras. Llegamos a la entrada de los cobijos, recordamos una vez más las normas y precauciones (vamos a estar muy, muy cerca de los animales). Ya estamos listos y entramos. En este momento nos encanta mirar las caritas de los niños. Esas expresiones de emoción y los ojos abiertos como platos. Algunos hacen que incluso se nos ponga la piel de gallina. La verdad es que poder compartir experiencias como esta con los peques nos hace sentir privilegiadas, porque estamos seguras que esos instantes los van a recordar muchos años (y nosotras también). Los cuidadores nos cuentan cosas súper interesantes, les hacemos preguntas ¡y hasta les ayudamos a limpiar las instalaciones y a poner comida!, como los cuidadores de verdad.
A continuación, toca limpiarse bien las manos, que viene el almuerzo. Aquí los peques empiezan a conocerse un poquito más, y mientras nos comemos todos el bocata, miramos a los rinocerontes y a las jirafas desde el restaurante en plena sabana.
Después de recoger, otro momento muy chulo: ¡a la cocina de animales! Entramos a la nevera, nos asomamos al congelador, averiguamos para quién es cada uno de los piensos… ¡y otro momento muy interesante!: descubrimos unas grandes bandejas llenas de gusanos, para algunas aves, o los suricatas, por ejemplo. Y los más atrevidos, ¡hasta los cogen y los miran bien cerquita! para no perderse detalle… Después de conocer la cocina, ayudamos a Raquel, la cocinera, a preparar las cenas.
Al salir de la cocina, ya toca ponerse con el cuadernillo. Para que no se nos olviden las cosas que estamos aprendiendo, rellenamos parte del mismo que después nos llevamos a casa, y así consultarlo siempre que queramos. Antes de comer hacemos una gincana, resolviendo pruebas y obteniendo pistas, que nos permiten ver a todos los animales de BIOPARC y seguir aprendiendo cosas sobre ellos.
El día pasa rápido entre cuidadores, jirafas, puercoespines, lémures, águilas o hipopótamos. Preguntas, gincanas y manualidades y cuando te das cuenta ya son las 17:00 y ha llegado la hora de despedirse no sin antes hacer entrega de los diplomas de expertos cuidadores en los que se han convertido y que reciben con una gran sonrisa de la que nos sentimos orgullosas porque significa que hemos conseguido nuestro objetivo, que se lo pasen bien y que aprendan.
Así pasan los días en Expedición África donde esperamos volver a ver a viejos conocidos y a nuevos exploradores. Y mientras recogemos el aula, reflexiones del día. Acabamos cansadas (¡todos los papis sabrán que 9 horas seguidas con los peques son agotadoras!), pero la verdad es que nos marchamos bien contentas, esperando haber tocado su corazoncito para que sean unas personitas que aman y respetan la naturaleza y a los seres vivos. Viviéndolo desde dentro, y con emoción, que así es como deja huella.
¡Nos vemos en una nueva Expedición África en las vacaciones de Pascua!
Firmado: Departamento de Educación de BIOPARC Valencia.
