El elefante nacido en el parque valenciano evoluciona muy favorablemente en sus primeros días, como puede verse en las enternecedoras imágenes que se quieren compartir desde BIOPARC.
Solamente ha pasado una semana desde que el nacimiento de un precioso elefante conmocionara a todo el equipo de BIOPARC Valencia. Pero parece muchísimo tiempo para una cría del mamífero terrestre más grande, pues cada día se vive con gran intensidad. Cada paso es una aventura y cada momento es un descubrimiento, especialmente cuando es el centro de atención de toda la manada. Instantes que evidencian el lado más tierno y al mismo tiempo divertido del comportamiento del ”elefantito” y que están generando imágenes llenas de emoción que desde el parque se quieren compartir.
El equipo técnico mantiene una fuerte vigilancia y está muy ilusionado por el ejemplar comportamiento de la madre y del resto de la manada en su ceremoniosa presentación y aceptación de la cría.
El personal de cuidado animal de BIOPARC es muy positivo respecto a la evolución del elefante recién nacido dentro de la cautela habitual en crías de tan corta edad. La madre está procediendo de forma ejemplar en todos los aspectos. Resulta especialmente tranquilizador observar cómo protege, amamanta, mima y le enseña el comportamiento propio de su especie. Y todavía más importante la manera en la que está siguiendo el ritual de presentación a las “tías”, que permanecen expectantes y curiosas ante el nuevo integrante de la manada. Todo un proceso que se está llevando a cabo bajo el estricto control y monitorización del grupo de profesionales del parque valenciano.
El esperanzador nacimiento se produce dentro del programa internacional de conservación del elefante africano, que ha incrementado de forma alarmante su peligro de extinción.
El protocolo implementado tiene como objetivo velar por el máximo bienestar de madre y cría, por lo que cada avance se vigila y marca la pauta del siguiente movimiento. El diseño de los recintos interiores incluye espacios abiertos que facilitan el disfrute del beneficioso sol y permite que, poco a poco, se amplíe el ámbito de acción.
De esta forma, tras la previa y minuciosa revisión de la progenitora, el retoño continúa explorando nuevas áreas donde superar un minúsculo bordillo puede suponer 15 minutos de torpes pasitos e inmensa paciencia maternal. Todo apunta a que, si se mantiene el prudente progreso, en los próximos días podrán comenzar sus salidas a la instalación exterior que recrea la sabana.
El esperanzador nacimiento se produce en el marco del Programa Europeo de Conservación del elefante africano (EEP) de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA). Esta población tiene una importancia creciente para la conservación global de esta emblemática especie dado que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el año pasado incrementó su estatus de amenaza y ya se considera “en peligro de extinción” en su hábitat natural.
