Dos rayones recién nacidos abren una nueva etapa en el grupo de potamóqueros de Bioparc al formar parte de la exhibición “El ciclo de la Vida” para concienciar sobre la preservación de la biodiversidad y el hábitat.
Los potamóqueros rojos, son unos coloridos jabalíes que habitan en el bosque ecuatorial africano, siempre cerca del agua. Las marcas blancas y negras de su cara, junto con el movimiento y posición de los penachos de sus orejas, sirven de comunicación entre miembros de una misma piara. A esa peculiar coloración hay que añadir el color rojizo del cuerpo, que convierte en uno de los mamíferos de coloración más contrastada. Aunque no están amenazados a nivel global, sus poblaciones son objeto de una intensísima caza, y puede decirse que es una de las presas más codiciadas por el mercado de carne del bosque.
La población de potamóqueros en los zoológicos ha aumentado considerablemente en los últimos años, sin embargo este crecimiento no ha podido incorporar nuevos reproductores y nuevos genes y ha generado una gran endogamia. Una de las causas detonantes son las fuertes restricciones veterinarias que limitan los traslados de esta especie, creadas para proteger la industria porcina europea de la transmisión de enfermedades.
Desde hace dos años, se ha incrementado el control sobre su reproducción para evitar a largo plazo los efectos de la endogamia. Se han emitido unas recomendaciones de manejo que buscan dirigir la reproducción en beneficio de la variabilidad genética. Dentro de estas recomendaciones, Bioparc Valencia ha enviado todos sus machos a distintos zoos alemanes esta primavera, con el objeto de que se apareen con hembras no emparentadas, y está a la espera de recibir un nuevo macho, “Rembrandt”, procedente del Zoo de Rotterdam.
El grupo de potamóqueros de Bioparc Valencia cuenta con una de las mayores piaras de esta especie en Europa. La base de este grupo reproductor lo forma “Macarena”. Antes de partir para Alemania, los machos de Bioparc dejaron una “semilla no autorizada” en el seno de esta familia. El joven macho “Mortadelo”, nacido en Bioparc Valencia en 2009 y por ello emparentado con nuestra línea matriarcal, dejó preñada contra todo pronóstico a nuestra matriarca “Macarena”, su abuela. Y el 7 de mayo, parió dos crías, macho y hembra.
Ambas crías se encuentran sanas y fuertes, y no muestran ninguna tara asociada a la consanguineidad. La transmisión de sus genes perjudicaría mucho al programa de cría en cautividad de esta especie, que busca, precisamente lo contrario, ampliar la base genética y huir de la consanguineidad. Por ello, se han apartado del programa de reproducción y los cuidadores los están criando con biberones. Los pequeños están en perfectas condiciones y acuden airosos a tomar su ración y al no tener ningún futuro como reproductores, como algo totalmente novedoso, hemos decidido incluirlos en nuestra exhibición educativa que muestra las distintas adaptaciones para la supervivencia de mamíferos y aves africanos.